[spectre] UNIA Sevilla: Reunión 03 / Ora et Colabora
Andreas Broeckmann
abroeck at transmediale.de
Tue Sep 30 15:00:09 CEST 2003
(friends: below is a report about an art/activism meeting in sevilla
that brings together mainly spanish groups; there is some english
language information on the website; -ab)
http://www.unia.es/artpen/aesthetics/aesthetics02/frame.html
<http://www.uia.es/arteypensamiento>From: "BNV Producciones" <bnv at arrakis.es>
Informacin de nuevas convocatorias de UNIA arteypensamiento
<http://www.uia.es/artpen/estetica/estetica02/frame.html>REUNIîN 03
Ceci n`est pas un congrs
<http://www.uia.es/artpen/aesthetics/aesthetics02/frame.html>MEETING 03
Ceci n`est pas un congrs
Resumen de Ora et Colabora, mesa polidrica en torno al arte
colaborativo: Presentacin y Primera jornada de debate
Organizado por La Fiambrera Barroca el taller Ora et Colabora
pretenda activar un debate en torno a lo que se conoce como "arte
colaborativo": esto es, prcticas artsticas con objetivos
manifiestamente polticos que convergen (con ms o menos fortuna) con
las acciones e iniciativas de los nuevos movimientos sociales. "Desde
hace muchos aos, seal Curro Aix (miembro de La Fiambrera Barroca),
hemos participado en proyectos que tratan de desarrollar este tipo de
colaboraciones entre artistas y activistas, donde hemos tenido que
enfrentarnos a conflictos y contradicciones de difcil resolucin".
El objetivo del taller era reunir a una serie grupos y agentes
involucrados (directa o tangencialmente) en este tipo de prcticas
para intercambiar experiencias, buscar soluciones a los problemas que
se plantean y encontrar frmulas que permitan que estas propuestas
tengan mayor viabilidad y visibilidad. A lo largo de la semana se
abordaron diferentes cuestiones relacionadas con el arte colaborativo
como las formas de organizacin, el concepto de autora, las
relaciones con las instituciones, los modelos posibles de
financiacin o las audiencias. Se opt siempre por una metodologa
flexible y abierta que trataba de fomentar la participacin
horizontal y permiti que el contenido del programa fuera
construyndose y modificndose a partir de las distintas
intervenciones.
A modo de introduccin, varios artistas y colectivos cuyas propuestas
podran considerarse como ejemplos de arte colaborativo, explicaron
sus planteamientos en torno a algunos de los temas de debate a partir
de la descripcin de sus propios trabajos.
Nelo Vilar
Nelo Vilar fue el encargado de abrir el apartado que el taller Ora et
Colabora reserv para que algunos de los artistas y colectivos
invitados explicaran sus iniciativas y/o planteamientos tericos, as
como su vinculacin (o desvinculacin) con esa variante del arte
poltico que podemos denominar "arte colaborativo". Expresin que no
convence a este valenciano quien asegura que l nunca ha hecho arte
colaborativo, aunque s ha estado implicado desde mediados de los 80
en numerosas "movidas activistas" sobre todo de mbito local (en su
pueblo y en las zonas cercanas) y ha organizado y co-organizado una
buena cantidad de eventos culturales y/o artsticos.
Nelo Vilar, que adems de activista confeso se autodenomina artista
de la accin y/o la performance, ambient su presentacin con unos
muecos de indios y vaqueros (y tambin un romano) que coloc sobre
la mesa en aparente desorden. Entre los proyectos en los que ha
participado como "activista local" record su vinculacin al MOC de
Castelln, su relacin con la Asociacin Cultural Penyes Altes de
Artana y su implicacin en la Coordinadora per la Defensa de la Serra
Espad.
Estas asociaciones - integradas por gente con un perfil formativo y
profesional muy diferente (arquitectos, bilogos, historiadores,
gegrafos, electricistas,...) - han conseguido cosas bastante
importantes, desde organizar jornadas multidisciplinares sobre el
mundo rabe a obtener una mayor proteccin del patrimonio histrico,
artstico y arquitectnico de la zona. Adems, consciente o
incosncientemente, muchas de sus acciones contenan asombrosas dosis
de creatividad e inventiva (y lograban evitar la rigidez y el purismo
que caracteriza las iniciativas de cierto activismo clsico). "En
estas acciones, brome Nelo Vilar, ramos como los indios en las
pelculas del oeste, tenamos que luchar contra unos vaqueros que
estaban mucho mejor armados que nosotros, incluso en alguna que otra
ocasin hemos tenido que salir huyendo porque nos queran echar a
tiros". Uno de los ltimos proyectos en los que ha participado es la
publicacin de una historia de su pueblo ("desde Adn y Eva hasta la
actualidad") escrita por un cura que muri durante la guerra civil y
que ha sido beatificado recientemente. No descarta que prximamente
le vuelvan a intentar espantar a "escopetazo limpio".
Co-editor de la revista Fuera de banda y licenciado en Bellas Artes
(de hecho, est finalizando una tesis sobre el arte de accin y su
sentido social) Nelo Vilar suele autodefinirese como "artista
collidor" (artista cosechador) que trabaja durante cuatro meses en
distintas labores de recoleccin agrcola y el resto del ao est de
vacaciones. Durante su intervencin en Reunin 03 asegur que no
sabra decir si sus acciones podran englobarse dentro del arte
colaborativo. "Lo nico, confes, que puedo aportar a este taller son
dudas".
En cualquier caso, Nelo Vilar s cree que es posible un arte al
margen de (paralelo a) las instituciones como demuestra la existencia
de una slida escena cultural autogestionada en la regin canadiense
de Quebec. Arte paralelo es una expresin que surgi a finales de los
aos 70, cuando algunos artistas empezaron a dejar de pensar que con
sus gestos de rupturas y sus intentos de innovacin permanente (una
actitud/pose que se convirti en rutinaria) iban a cambiar el mundo.
Entonces decidieron desarrollar propuestas realistas autogestionadas,
buscar audiencias ms amplias y crear slidas redes paralelas a la
institucin. "Esta actitud, remarc Nelo Vilar, implicaba una apuesta
integral por la autogestin y la autonoma al considerar que mantener
una dependencia financiera de las instituciones (por mnima que fuera
y justificada que estuviera) llevaba consigo una dependencia
ideolgica".
Tramm
Tramm es un colectivo creado a principios de 2002 en Bilbao cuyo
objetivo es la produccin y difusin de proyectos englobados en el
arte y la cultura contempornea. Con el deseo de "experimentar la
comunidad como lugar de encuentro", los proyectos de Tramm intentan
articular espacios de relacin y colaboracin entre personas y
colectivos de diversa procedencia. Para ser operativos e
independientes en diferentes contextos, funcionan como una estructura
flexible y abierta que se va adaptando a las necesidades y
caractersticas especficas de los distintos proyectos en los que se
implica y que intenta no depender de un slo espacio, una nica
fuente de financiacin o una periodicidad rgida. En este sentido, en
su poco ms de ao y medio de existencia han trabajado al menos en
tres espacios distintos; han colaborado con msicos, actores,
guionistas, representantes de movimientos sociales, artistas
plsticos, abogados, filsofos, socilogos e incluso un actor porno;
y han recurrido tanto a la autofinanciacin (organizando fiestas y
otros eventos) como a las ayudas de varias instituciones y
particulares ("siempre y cuando, subrayaron, no nos pusieron
condiciones inaceptables").
Consideran que su propuesta tiene una fuerte carga poltica, ya que
desde sus primeros proyectos se han preocupado por crear tejido
social y hacer confluir posiciones muy enfrentadas (algo
especialmente delicado en el contexto poltico y cultural en el que
se mueven). "Queremos generar cultura como prctica social, como
comunicacin, como prctica relacional", aseguran en una memoria que
entregaron durante su intervencin en Reunin 03. Actualmente se
encuentran en una etapa de trabajo en la sombra que se est
desarrollando a travs de tres lneas de accin fundamentales:
- BSO. Desarrollan y coordinan la grabacin de un cd con la banda
sonora de una pelcula que nunca se ha rodado. Se trata de un proceso
de creacin abierto y colectivo en el que est participando mucha
gente: el guin ha sido escrito por varias personas y son numerosos
los msicos y compositores que intervienen. La idea es que el trabajo
no quede cerrado cuando se grabe el cd, sino que pueda modificarse y
transformarse. Por ello, la banda sonora no se registrar en la SGAE
y se vender a un precio muy asequible.
- A¨B. Otro de los proyectos en los que andan atareados actualmente
es una propuesta para poner en contacto a artistas y colectivos
sociales del barrio de San Francisco (una de las zonas de Bilbao con
ms movidas reivindicativas). Alrededor de este proyecto estn
realizando un riguroso trabajo de investigacin y documentacin para
conocer las intervenciones y prcticas urbansticas que se han
producido en este barrio en los ltimos 25 aos, centrndose en
manifestaciones de carcter popular, contracultural y poltico que no
han sido registradas por la memoria histrica oficial. Los resultados
finales de todo este trabajo de investigacin y colaboracin sern
mostrados al pblico en formato de exposicin documental.
- Jardn Interior. Tambin en el barrio de San Francisco, en una zona
industrial situada al lado de la ra y lindando con la estacin de
trenes, quieren convertir una lonja abandonada de ms de mil metros
cuadrados en un jardn interior. Todo ello con la colaboracin de los
vecinos del barrio. Para este proyecto Tramm pretende funcionar como
una entidad mediadora que ponga en contacto a los colectivos y
asociaciones de la zona con las autoridades municipales y
universitarias.
Antes de estos tres trabajos, uno de los primeros proyectos en los
que se embarc este colectivo bilbano fue Duplex (marzo/julio 2002),
una serie de actividades (desde proyeccin de pelculas a
conferencias y charlas) que se llevaron a cabo en un stano
(distribuido en varias alturas) que haban alquilado en el barrio de
Atxuri, una de las zonas ms degradadas de Bilbao. El programa de
actividades de Duplex tambin acogi intervenciones de otros
creadores como Tasio Ardanaz quien en decenaporfin (mayo de 2002)
propona a un grupo amplio y variado de personas una reunin informal
para cenar y disertar sobre determinadas cuestiones artsticas.
Posteriormente, en agosto de 2002, Tramm puso en marcha el proyecto
Teatro, un espacio para activar dispositivos de relacin e
intercambio entre actores y escengrafos de Francia, Italia, Alemania
y varias regiones del Estado espaol. En el programa se alternaban
las sesiones prcticas con conferencias y debates tericos en los que
participaron filsofos, socilogos y artistas plsticos.
Citymine[d]
Citymine[d] lleva trabajando desde 1997 en colaboracin con distintos
colectivos sociales y artsticos que funcionan al margen de los
circuitos institucionales y desarrollan sus acciones en Bruselas, una
ciudad marcada por su condicin de capital de la Unin Europea. El
objetivo de Citymine[d] es promover una interconexin entre estos
colectivos (movimientos sociales, proyectos artsticos, grupos de
teatro, cines independientes, colectivos de inmigrantes, asociaciones
de vecinos,...) que les posibilite desarrollar acciones e
intervenciones conjuntas en el espacio urbano. A la vez Citymine[d]
les ofrece informacin sobre temas que pueden beneficiarles (ayudas y
subvenciones, modelos organizativos,...), les asesora en la bsqueda
de locales y acta como mediador en operaciones de intercambio,
adquisicin, alquiler y prstamo de ciertos materiales y recursos.
"Citymine[d] es una especie de mquina de producir redes, explic Tom
Deforce, un dispositivo que permite poner en contacto a colectivos
artsticos con movimientos sociales y asesorarles para que puedan
optimizar sus esfuerzos y reapropiarse de medios y recursos
pblicos". Para interconectar a estos grupos, Citymine[d] utiliza
diferentes vas, desde su pgina en Internet
(http://www.citymined.org) a una publicacin en papel con informacin
sobre sus actividades, pasando por la organizacin de presentaciones
colectivas o la celebracin peridica de "cafs efmeros" (reuniones
en casas particulares, parques y otros espacios pblicos).
La funcin de Citymine[d] no es solucionar problemas urbansticos
concretos, sino proponer ideas de intervencin en el espacio pblico
para dar visibilidad a ciertas situaciones conflictivas que el poder
tiende a ocultar. En esta lnea se enmarcan proyectos como Bara-ke
que denunciaba la situacin de abandono en la que se encontraba la
Plaza Bara, situada en una inerseccin entre tres barrios populares y
al lado de una estacin de trenes. Durante el da, la plaza es un
lugar de trnsito para trabajadores que van y vuelven del centro; por
la noche es un espacio vaco y peligroso que poca gente se atreve a
visitar. "Lo que hicimos, record Tom Deforce, fue montar una barraca
encima de una gra donde vivi un artista durante diez das en los
que se dedic a organizar diferentes actividades en la plaza:
pic-nics, conciertos, mercados de pulgas,...".
Con motivo de la celebracin de una Cumbre de Jefes de Estados de la
Unin Europea en Bruselas, Citymine[d] se uni a otros movimientos
sociales y colectivos artsticos para ocupar durante tres meses una
antigua estacin de trenes que estaba abandonada. La estacin, que se
encuentra al lado del edificio del Parlamento Europeo, fue utilizada
para coordinar y preparar muchas de las acciones que se hicieron
durante la contra-cumbre: Streetparty, Radio BruXXel, BruXXel
Fiesta,... "Fue un proyecto muy interesante, record Tom Deforce,
porque permiti establecer una relacin directa entre una
reivindicacin local - reclamar el aprovechamiento pblico de esa
estacin - y los planteamientos que postula el movimiento
antiglobalizacin".
Tras ms de cinco aos trabajando en Bruselas, Citymine[d] ha
decidido extender su radio de accin a Londres y Barcelona con la
idea de ampliar la red de contactos y fortalecer el intercambio de
servicios e informaciones entre movimientos sociales, iniciativas
urbanas y proyectos artsticos de estas tres ciudades.
Yomango
Las marcas, ms que vender un producto, promueven un estilo de vida,
una imagen totalizadora que no permite vivir fuera del sistema. La
publicidad en la era del capitalismo global se reapropia de los
deseos y los fantasmas de los individuos para redirigirlos hacia el
consumo de marcas y productos. En su dinmica de expansin total, el
capitalismo es capaz de vampirizar las ms virulentas consignas y
expresiones contra el sistema e incluso los signos de identidad de
los excluidos y marginados (desde la esttica punk a la moda de los
pantalones cados). Frente a esto, Yomango propone invertir los
papeles.
Yomango (expresin derivada de "Mango", popularsima firma comercial
espaola de ropa, y del an ms popular acto de "mangar") es una
marca y como tal no vende un producto sino un estilo de vida. Segn
el pensamiento Yomango, el robo a las multinacionales es una forma de
desobediencia civil que permite apropiarse de la estrategia ms
poderosa y seductora del capitalismo global: la estimulacin del
deseo para crear la necesidad de un consumo compulsivo. Yomango
pretende crear un estilo de vida que no pueda ser reapropiado por el
Capital porque subvierte radicalmente las normas que hacen funcionar
el sistema: convierte a consumidores pasivos en activistas que
consumen sin pasar por caja.
Aunque Yomango es un estilo de vida que trata de influir en la
cotidianidad de sus usuarios (Yomango est muy dentro de ti: es una
franquicia que te montas donde y cuando quieres), las acciones
colectivas y pblicas en tiendas y centros comerciales (normalmente
precedidas de comunicados a la prensa y registradas en vdeo) son sus
momentos de mayor visibilidad.
La primera accin (la presentacin en sociedad de la marca Yomango)
se llev a cabo en plena poca de Rebajas, cuando organizaron un
desfile de ropas Yomango en una tienda Bershka situada en el corazn
comercial de Barcelona. De all se extrajo un vestido en rebajas
(precio: 9,50 euros) que posteriormente se exhibi como obra
artstica en el CCCB, para ms tarde depositarlo en una tienda Zara.
"Esta accin, seal Marcelo Expsito, lograba cuestionar el carcter
aparentemente pblico de este tipos de establecimientos y denunciaba
la falsa alternativa, la falsa libertad que el mercado ofrece al dar
a elegir entre una marca y otra marca".
En recuerdo a la revuelta popular en Argentina en diciembre de 2001
(cuando, entre otras muchas acciones colectivas, miles de ciudadanos
entraron en los supermercados para recuperar lo que les perteneca),
un establecimiento Carrefour de Las Ramblas fue escenario de una
singular leccin de baile a cargo de unos clientes annimos que, a
ritmo de techno-tango, adquirieron unas cuantas botellas de cava sin
necesidad de pasar por caja. Dichas botellas fueron descorchadas al
da siguiente en el interior de una sucursal del Banco de Santander,
al tiempo que se brindaba por el pueblo argentino y se gritaba "ÁQue
se vayan todos!" (comenzando por las entidades bancarias y las
multinacionales que han llevado al pas latinoamericano a la ruina).
Durante la celebracin del Foro Social de Florencia en noviembre de
2002, Yomango organiz una suculenta cena pblica en la que slo se
reparta comida y bebida robada durante esa semana en distintos
supermercados de la ciudad. El contexto - una ciudad tomada por la
polica y la infiltracin a la prensa de posibles "actos vandlicos"-
oblig a rizar el rizo y hacer una accin directa a la inversa. Esto
es, el momento de mayor visibilidad (la cena) estuvo disociado de la
accin, lo que permiti burlar la vigilancia y represin policial, y
al mismo tiempo obtener una sorprendente repercusin social y
meditica. "Hay que tener en cuenta, precis Marcelo Expsito, que
las propuestas Yomango intentan articular una respuesta poltica a la
precarizacin de la vida a travs de formulas imaginativas y con una
fuerte carga simblica".
1» Jornada de debate.
Sobre la nocin de autora
"Ms all de los contenidos del arte colaborativo, precis Curro Aix,
lo que nos interesa es analizar las condiciones que hacen posible
este tipo de prcticas que se sitan en la interseccin entre dos
mbitos: el de los movimientos sociales y el del arte contemporneo".
Esta interconexin genera con frecuencia tensiones y conflictos,
sobre todo porque desde ambos campos se concibe y valora de forma muy
diferente determinadas cuestiones claves como, por ejemplo, la
autora.
Los nuevos movimientos sociales son antijerrquicos, fuertemente
horizontalistas y en muchos casos declaradamente antiprofesionales y
antiespecialistas. En su intento de priorizar el carcter colectivo
de sus iniciativas, los movimientos sociales cambian con frecuencia
de portavoces o eluden la "firma individual" en sus acciones. Por el
contrario, el mundo del arte se define a partir de la nocin de
autoridad y/o genialidad, y su historia es una sucesin novelada de
personalidades especiales, nombres imprescindibles y etiquetas
generalizadoras. El autor individual es un elemento medular, un punto
de referencia ineludible, hasta el punto de que la historiografa
artstica se ha empeado en desenmascarar las personalidades
especficas que se camuflan tras los colectivos annimos o las obras
de autor desconocido.
La diferencia entre ambos campos (el del arte y el de los movimientos
sociales) resulta especialmente conflictiva en relacin al tema del
reparto de beneficios (ya sea en trminos de capital econmico,
social o simblico) que, en el caso de la produccin cultural y
artstica, se destinan al autor (o autores) de la obra y a sus
intermediarios. Desde los movimientos sociales se cuestiona este
modelo de apropiacin y acumulacin de beneficios y se apuesta por
una autntica democratizacin cultural a travs de la aplicacin de
prcticas como el copyleft.
Copyleft vs copyright
El concepto del copyright se basa en la idea de la propiedad
intelectual. Es decir, en el principio jurdico de que el producto
del conocimiento y del saber es propiedad de alguien. De este modo,
se justifica legalmente las limitaciones a la libertad de circulacin
de la informacin y al acceso y uso de bienes inmateriales como el
conocimiento cientfico o la produccin cultural y artstica.
Frente a esto, la licencia copyleft plantea que la informacin y el
conocimiento debe ser accesible para todos, sin que eso implique la
negacin o eliminacin de la figura del autor de un producto o de una
obra. "La nocin de copyleft, matiz Tomas Margoni (abogado
especializado en temas informticos), no niega la autora individual
de un producto intelectual, pero cuestiona el principio jurdico que
da derecho al autor (o a la empresa que haya comprado la licencia
copyright) a poseer dicho producto en exclusividad y a explotarlo
econmicamente".
Pero, Àsi todo el mundo puede acceder y copiar un producto
intelectual, cul es el provecho que adquiere su autor para
compensar, de algn modo, el tiempo y el esfuerzo que le ha dedicado?
"A nivel informtico, explic Tomas Margoni, el hecho de que un
software de cdigo abierto logre difundirse y reutilizarse, demuestra
su calidad intrnseca, lo que aporta prestigio simblico a su autor y
a partir de ah, le podrn llegar ofertas de trabajo (beneficio
econmico)". Si atendemos a otros campos, como el de la creacin
literaria, un buen ejemplo sera el de Wu Ming (antes Lutther
Blissett), una empresa poltica de narraciones (que se autodefinen
como productores/redactores de la inteligencia social) cuyas obras
tienen licencias copyleft (se puede acceder a ellas gratuitamente a
travs de Internet) pero a la vez se distribuyen por circuitos
convencionales con gran xito de ventas.
No hay que olvidar que la licencia copyleft permite el uso y acceso
sin limitaciones a los productos del intelecto, pero al no eliminar
el concepto de autora, evita que una empresa privada se pueda hacer
con los derechos legales para la explotacin de ese producto. "De
esta forma, subray Javier Toret (miembro de la revista La Fuga de
Mlaga), la nocin de copyleft supone tanto un ataque jurdico a las
normas impuestas por el nuevo orden econmico y simblico como un
mecanismo de resistencia ante la tendencia del capitalismo a
vampirizar la inteligencia y el saber colectivo".
Curro Aix cree que la nocin de copyleft no resuelve los problemas de
administracin del capital social y simblico que se producen en los
casos de cooperacin entre colectivos artsticos y movimientos
sociales. Segn l, la rentabilidad a nivel de prestigio (capital
simblico) de las acciones colectivas no siempre se reparte de manera
equilibrada, y a menudo recae exclusivamente en los grupos ms
conocidos o en las personalidades ms visibles. Un ejemplo
ilustrativo sera el de La Fiambrera Barroca en Sevilla, un colectivo
de "arte poltico" (muy conocido en la ciudad) al que se le ha
atribuido acciones en las que ni siquiera haba participado. "Esta
adquisicin involuntaria de capital simblico, record Curro Aix (a
la sazn, miembro de La Fiambrera Barroca), nos ha generado numerosos
conflictos con otros colectivos y movimientos sociales". Por ello
considera necesario que en estas acciones colaborativas se negocie
con transparencia los trminos de intercambio y reciprocidad de
capitales especficos y se cuide lo ms posible el tema de las
atribuciones.
Marcelo Expsito (miembro de Las Agencias y Yomango) cree que existen
demasiados prejuicios y suspicacias en torno a la rentabilidad que
pueden obtener los artistas de su colaboracin con los movimientos
sociales. "Sera ms positivo y productivo, asegur, cambiar la
perspectiva y pensar que estos artistas (o comunicadores, o
socilogos, o profesores universitarios,...) pueden llevar el
discurso de los movimientos sociales a espacios en los que no suelen
tener cabida: medios de comunicacin, instancias acadmicas,
instituciones,...". Evidentemente esto genera muchsimas
contradicciones, pero segn Marcelo Expsito, en vez de desconfiar
sistemticamente de las autnticas intenciones del artista (o del
comunicador, o del socilogo,...) sera ms recomendable plantearle
la necesidad de que asuma la gestin del plus simblico que adquiere
como una responsabilidad poltica.
En este sentido, Jos Prez de Lama, de hackitectura.net, subray que
participar activamente en los movimientos sociales nunca le ha
impedido ser artista, ni viceversa ("creo que se trata ms de una
discusin terica que de un problema real", asegur). Para l sera
muy interesante seguir el ejemplo de los zapatistas que funcionan
como una red de creacin de narraciones en la que hay una clara
disolucin de la autora y una multiplicacin de las
responsabilidades. Algo parecido piensa Jos Luis Tirado (activista y
video-artista) quien considera que es necesario deshacerse del
corporativismo que caracteriza al mundo del arte. "Estamos en la
misma lucha, indic, y lo nico que nos diferencia son los soportes y
lenguajes que utilizamos para expresarnos". Sobre la disolucin de la
autora, Tirado piensa que hay que ser muy cautelosos pues implica
negar muchas cuestiones. "Una cosa es, precis, convertir tu firma en
una marca comercial registrada, y otra no asumir tu responsabilidad
ante determinadas acciones, escudndose en un cmodo anonimato sin
sentido (el mismo que se promueve desde el poder)".
En esta misma lnea se sita Manuel Gualda (de Plataforma Parque
Moret) quien asegur que teme tanto un individualismo exacerbado como
la tendencia a ocultar sistemticamente (o a delegar en un colectivo
difuso) la autora y/o responsabilidad de las acciones. Curro Aix
apuesta por una socializacin de las herramientas, pero considera una
falacia utilizar retricas horizontalistas para el reparto de tareas,
funciones y responsabilidades. "Bajo mi punto de vista, seal, la
negociacin entre horizontalidad y especialidad es una de las
asignaturas pendientes de los movimientos sociales". En este punto
David Gmez (miembro de Arquitectura y Compromiso Social) realiz una
pequea precisin: "es conveniente no asignar siempre a las mismas
personas determinadas tareas que tienen una gran representatividad y
poder simblico (por el ejemplo, las funciones de portavoz), aunque
sean las ms eficaces en esa labor".
Modos de hacer
Antonio Santos (integrante de Peatn Bonzo y de Reojos Producciones,
entre otros colectivos) advirti del peligro de reproducir ciertos
esquemas de funcionamiento del Sistema slo porque nos pueden ayudar
a la consecucin de nuestros objetivos. Cree que esto ocurre cuando
priorizamos la eficacia frente a la dimensin afectiva, hablamos sin
rubor de gestionar la acumulacin del capital (sea material o
simblico) o incorporamos en nuestro discurso trminos y conceptos
militaristas (ataque, militante, combatiente,...). "Por ejemplo,
plante, primar la eficacia por encima de todo es lo que hacen las
empresas y los ejrcitos, pero yo no quiero valorar a las personas
por lo que son capaces de producir, sino por la relacin afectiva que
establezco con ellas".
Javier Toret le replic resaltando la necesidad de que los
movimientos sociales no se limiten a la negacin del sistema, sino
que desarrollen una crtica positiva que permita producir nuevos
relatos y espacios de convivencia. Por su parte, Tatiana, del nodo
malagueo de Indymedia Estrecho, plante que haba que tener en
cuenta la diferencia entre los conceptos de eficacia y eficiencia.
"Esto es, argument, cuando yo me implico en alguna iniciativa,
quiero que sus objetivos se cumplan (eficacia), pero no que se logren
lo ms rpido posible y sin que me importen los medios que se
utilicen (eficiencia)". Con referencia a este tema, Gustavo (Peatn
Bonzo) insisti en la idea de que es tan importante intentar cumplir
los objetivos que un colectivo se marca cmo decidir con coherencia
los medios que debe utilizar para alcanzarlos.
Marcelo Expsito cree que con demasiada frecuencia caemos en el error
de utilizar expresiones codificadas y connotadas polticamente (y,
por tanto, vacas de significado) para deslegitimar aquellas
intervenciones con las que no estamos de acuerdo. Para Toret los
conceptos y expresiones que utilizamos en nuestros discursos reflejan
y determinan nuestra manera de entender la realidad. "Cuando se
incorporan, explic, nociones nuevas como 'trabajo vivo' o
'bio-poltica', no se hace por capricho o por vanidad intelectual,
sino porque es la nica forma que tenemos de analizar nuevas
problemticas y, sobre todo, de articular soluciones que se adapten
al mundo en el que estamos".
Desde su experiencia personal en los movimientos sociales (donde unas
veces ha colaborado como artista y otras responsabilizndose de
funciones bien distintas), Nelo Vilar encuentra una diferencia
sustancial entre trabajos de arte autnomo con una fuerte carga de
crtica social ("como la propuesta de Peatn Bonzo") y la fuerte
estetizacin que caracteriza las acciones que llevan a cabo algunos
colectivos. "En el primer caso, plante, todo se prepara y ejecuta
desde una conciencia artstica y el resultado suele ser muy
sofisticado (incluso algunas veces crptico); en el segundo caso, los
colectivos utilizan la coartada esttica como una herramienta para
dar visibilidad a sus discursos".
Frente a esta idea, tanto Santiago Eraso (director de Arteleku y
miembro del equipo directivo de UNIA arteypensamiento) como Marcelo
Expsito sealaron que no existe ningn mtodo que permita discernir
cuando nos encontramos ante una propuesta de arte autnomo o ante la
accin estetizada de un movimiento social. Para Santiago Eraso hay
que ser prudentes a la hora de hacer estas distinciones categricas,
pues suelen servir para legitimar unas acciones y desacreditar las
otras.
Segn Jos Prez de Lama la centralidad de la informacin y de lo
simblico en el momento actual es lo que hace que el trabajo creativo
y artstico sea tan importante. Siguiendo a Manuel Castells, Prez de
Lama asegur que la globalizacin capitalista (la sociedad de la
informacin) no es ms que un agenciamiento especfico (un modo de
asociarse de una determinada manera) entre una serie de elementos que
conforman nuestro mundo. Son posibles, por tanto, otros
agenciamientos, otras formas de relacionar los elementos
(informacin, globalizacin, desarrollo tecnolgico,...), otras
maneras de organizar nuestras vidas.
[Fecha: martes 2 y mircoles 3 de septiembre de 2003]
MçS INFORMACIîN:
<http://www.unia.es/artpen/estetica/estetica02/frame.html>http://www.unia.es/artpen/estetica/estetica02/frame.html
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arteypensamiento es un proyecto de la Universidad Internacional de
Andaluca en torno al concepto de re-pensar aplicado al campo del
arte en su relacin con la cultura y la sociedad.
Ms Informacin:
<http://www.unia.es/arteypensamiento>http://www.unia.es/arteypensamiento
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